Estamos en pleno verano, a 40º a la sombra y con la alegría de haber tenido la suerte de ver a la selección de fútbol convertirse en una leyenda. Ayer, telefoneé a mi abuela para decirle que tenemos que celebrarlo, que no me apetece quedarme en casa a pesar del calor. Ella, tan lista como siempre, me sugirió llamar a algunos amigos para irnos también con la familia a la piscina y estar todos juntos. ¡¡Qué gran idea!! ¡¡Quiero ir todos los días!!
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