Se me había pasado contaros cómo me fue el fin de semana largo, celebrando la fiesta de El Pilar, con mi abuela y mi familia en el pueblo. Fueron unos días geniales. Lo que más me gustó, sin duda, fue ir con mi abuela a por castañas, regresar cargados de ellas a casa y hacerles una merienda perfecta a mi madre y hermanas. ¡Nos pusimos morados! ¡Estaban riquísimas! Y como ya hacía algo de frío fue un plan perfecto para entrar en calor.
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