Esta semana la tutora nos ha encargado un proyecto para la clase de tecnología. Tenemos que investigar acerca de la historia de una empresa, la que queramos, y explicar su evolución a lo largo de los años. Como ya os imaginaréis, yo he elegido a emporia para este trabajo.
Ya conocía, más o menos, la historia de la compañía, pero navegando por su página Web he descubierto nuevos datos que me han sorprendido. Al parecer, la idea de fabricar teléfonos móviles fáciles de usar se le ocurrió al fundador de la empresa cuando le regaló un móvil a su madre, y todos los fines de semana tenía que explicarle cómo funcionaba. Después de un tiempo, llegó a la conclusión de que, si su madre no lo entendía, la culpa no era de ella, sino del teléfono, que, con tantas funciones y teclas, apenas servía para hablar. Esta curiosidad me ha servido para comprender que, muchas veces, las mejores ideas son las más simples.