lunes, 31 de octubre de 2011

Accidentado Halloween

¡Hola a todos! Esta tarde voy a dar una fiesta de halloween en mi casa con mis hermanas, sus amig@s y mis amig@s . Para la merienda acordamos que cada uno de los asistentes haría un plato especial de halloween. Ya me vais conociendo… suelo dejar todo para el último momento y esta mañana me he visto apuradísimo, quedaba muy poco tiempo y tenía que hacer algo rápido y fácil.

Como haríais cualquiera de vosotros me puse a mirar por Internet recetas típicas de halloween. De pronto se produjo el milagro: en un blog llamado “Comida para llevar a la oficina” encontré una receta perfecta para esta tarde. Se trata de momias comestibles, hechas con hojaldre y salchichas.

Comencé a preparar los ingredientes:

  • Primer y principal ingrediente: tener a mi abuela al teléfono. Así que decidí llamarla a su emporia RL1 de fácil uso y nos pusimos manos a la obra. 
  • Otros ingredientes: salchichas, granos de pimienta y el típico hojaldre que venden por el supermercado y que todas las madres tienen por casa. 

Pasos a seguir:

Mi abuela me dijo que cortarse en tiras el hojaldre. Yo corté el hojaldre y algo más. Tuve que ir corriendo a por un nuevo ingrediente que no habíamos tenido en cuenta: el betadine y unas tiritas!!

Después de este pequeño contratiempo puse a calentar el horno. Mientras esperaba a que el estuviese a punto, continué cortando el hojaldre y enrollándolo alrededor de las salchichas, dejando en la parte superior un cachito de carne al descubierto para poder poner las pepitas de pimienta a modo ojos y que diesen credibilidad a mis momias de hojaldre.

Siguiente paso, abrir el horno y poner en su interior nuestras figuritas. En este momento surgió la necesidad de hacer uso de un nuevo ingrediente que no estaba previsto: un poco de aloe vera para una quemadura que me dice con la puerta del horno, ¡un desastre!

Mi abuela, desde al otro lado del teléfono, no paraba de reirse. Tras unos minutos dentro del horno, las momias ya estaban listas. Las puse en una bandeja y todo listo, preparado para el éxito que esta noche me esperaba.

Pero me faltaba el último ingrediente sorpresa, la guinda del pastel: una visita por urgencias para tratar de cerrar una brecha que me hice en el último momento resbalando con un poco de grasa que había dejado en el suelo. Me han puesto un par de grapas. Y ¿sabéis que? Ahí, a mi abuela, ya no la daba tanto la risa.

Tras esta odisea aquí tenéis el resultado final. ¡Me han quedado muy chulas!



La fiesta empezará en un rato. La verdad es que entre las quemaduras, las tiritas de mi dedo mutilado y mis grapas en la cabeza, no me va a ser muy difícil disfrazarme, por lo menos es muy realista ¿no os parece?

¡FELIZ HALLOWEEN!



No hay comentarios:

Publicar un comentario