viernes, 11 de noviembre de 2011

Ayer estuve castigado


Ayer tuve un día horrible. Llamé a mi abuela para ver si me animaba un poco… y lo consiguió. 

Primero os cuento lo que me pasó. ¿Quién tiene la culpa de todo? Mi madre. Parece que le gusta verme enfadado. El caso es que ayer teníamos partido y me castigó sin poder ir a jugar. El motivo del castigo: no hacer los deberes que me habían mandado en el colegio para el puente. No entiendo porqué tiene que mezclar una cosa con la otra. Mi abuela me dijo que tengo que hacer los deberes y que con estas experiencias aprenderé a cumplir con mis obligaciones.

De todas formas, me vino muy bien no ir a jugar, porque aproveché el tiempo para concretar los últimos detalles del picnic de este sábado. ¡No faltéis!


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