Hoy he estado en el Mercado de San Miguel con mi abuela. Queríamos
dejar ya todo preparado para la cena de Nochebuena y la comida de Navidad. Mi
abuela es la persona perfecta para ir a este tipo de mercados. Controla la
calidad de los productos, que estén en perfecto estado de conservación e
incluso sabe si son naturales o están algo tratados. Yo no puedo distinguirlo
por la vista, aunque por el sabor es más fácil. Las comidas que mi abuela me
hace en el pueblo con productos de la tierra son inigualables.
He podido observar que a pesar de la crisis el mercado está
a tope de gente, quizás por la época navideña y fechas tan entrañables en las
que no encontramos. Me lo he pasado muy bien recorriendo todos los puestos. Había tanta gente que nos perdimos pero nos encontramos rápidamente gracias a que mi abuela está siempre localizable con su emporia.
El mercado de San Miguel tiene mucho encanto y dice mi abuela que le ha inspirado para dar su toque
personal al cabrito asado del domingo. Seguro que nos sorprende. ¿Vosotros
tenéis ya todo listo para este fin de semana navideño?
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