viernes, 4 de noviembre de 2011

¡Qué rollo los viajes!

A veces me pregunto por qué tiene que estar tan lejos la casa de mi abuela de Madrid. Si estuviese más cerca, podría verla más tiempo. No me gusta nada tener que hacer los viajes en coche porque me aburro. Lo que más me gusta es cuando estoy llegando. Primero, porque sé que ya estoy cerca y que queda poco, pero también porque el paisaje montañoso me encanta y como su pueblo, Tollo, está entre montañas, pues me gusta mucho. El viaje de ida es el mejor, porque voy con la ilusión de estar con mi abuela y ver a Lobito y a los animales que hay por allí. Sin embargo, el de vuelta, es muy triste, porque me separo de ella y sé que al día siguiente tengo que ir al colegio.

Esta tarde voy para allá. El lunes os cuento qué tal está Lobito.

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